La sordera canina, que produce la pérdida total o parcial de la capacidad auditiva. Puede ser hereditaria y está asociada al pelaje blanco. Algunas razas más susceptibles son Poodle, Pastor Alemán, Dálmata y Cocker Spaniel. La mascota puede nacer sorda; también puede resultar de una infección o herida en el oído. En edades avanzadas puede deteriorarse la capacidad auditiva.
– ¿Cómo se puede reconocer si el perro tiene un problema auditivo?
Sacude la cabeza o se rasca las orejas. Éstas pueden presentar costras, estar inflamadas y rojas, con pus u olores desagradables. Ladea la cabeza o pierde el equilibrio. No reacciona a los sonidos o no puede localizar su procedencia. En cachorros tienden a morder más fuerte ya que no se dan cuenta que están haciendo daño. Duermen en exceso y cuesta despertarlos.
– ¿Es posible prevenir estos trastornos o afecciones en las mascotas caninas?
La sordera hereditaria no puede ser tratada o curada, pero podemos controlarla tratando de no casar a los perros con estos problemas. Si está dormido o descansando, debemos ponernos delante del animal o mostrarle nuestra mano para que sepa que le vamos acariciar, ya que tal vez no pudo oír nuestra llegada, aunque las pisadas provocan vibraciones en el suelo.