Cuando llega la Navidad, nuestras casas suelen cambiar por la presencia de adornos, luces, árboles y demás implementos para celebrar las fiestas.
La presencia de estos dispositivos, con luces llamativas o que imitan ser plantas, pueden significar peligros para las aves que tenemos, sobre todo si suelen tener espacios de libertad en el hogar.
No importa cuánto tiempo o confianza tenga nuestra ave en los espacios de nuestra sala, lo esencial debe ser la supervisión.
Para garantizar que nuestras mascotas emplumadas no corran peligro, expertos recomiendan que no permanezcan sin supervisión por largo tiempo. En efecto, cualquier animal debe permanecer a la vista de quienes son responsables de él, pues cualquier pieza o cable suele convertirse en una amenaza para su seguridad si comienzan a explorar sin supervisión o cuidado.
Por lo general las aves tienden a picotear cosas para explorarlas, y cuando en nuestras casas se tienen adornos que imitan ser madera u hojas, comienzan los problemas.
La mayoría de los árboles de Navidad y hasta las luces simulan perfectamente las texturas de los pinos, constituyendo un atractivo peligroso para nuestro lorito o periquito suelto en la sala.
Riesgo eléctrico
Un elemento a considerar como delicado es que con sus picos intenten cortar los delgados cables que transmiten electricidad. Una descarga sería un desastre para su seguridad.
La llegada de adornos no debe significar que sacrifiques la libertad de tu ave, debe entenderse como que aumentan tus responsabilidades respecto al tiempo que permanecen fuera de sus jaulas.
Ser cuidadoso puede significar que hagas muchas fotos y guardes recuerdos bonitos sin peligro para tu ave.
No descuidar
Piezas pequeñas, que en muchos casos imitan semillas pueden ser un peligro mortal para las aves que en su afán de abrirlas o comerlas se atraganten y se ahoguen. Si no estás muy confiado de que tu loro o perico sabe identificarlas, es mejor que no coloques ese tipo de adornos que simulan ser alimentos o partes de un árbol real.
Cables que parecen ramas son uno de los mayores peligros para las aves que tratan de arrancarlos o cortarlos para retirarlos del árbol. La carga de corriente de 110 voltios de una extensión es mortal para ellos.
En cifras
30 días o más puede permanecer toda la decoración navideña en nuestros hogares, por ello, aunque ya ni siquiera estén activas las luces, debemos procurar desconectarlas de reguladores o extensiones, por si acaso pudiese ocurrir que nuestro loro o perico se ponga curioso y se ponga a picar los cables y resulte impactado por una descarga eléctrica.
Lo recomendable
Nunca se debe soltar la vigilancia pues por más que nuestra ave tenga años viendo las decoraciones, árboles y luces, en algún momento puede despertarse su curiosidad por jugar allí.
No aplaudas como gracioso el que nuestros loros o pericos se instalen en los árboles, pues podemos generar en ellos que ese espacio es para estar y no lo es.
No debemos dejar a las aves solas cada momento de su liberta, fuera de su jaula puede significar un riesgo, aún ya retirando el árbol y los adornos de la temporada.
Tomado de El Universal
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