A diferencia de otros regalos que se entregan en estas fiestas, los perritos no vienen con un manual de instrucciones. Por ello, te contamos qué debes considerar para comenzar a cuidar a tu nuevo amigo.
Lo primero que debes hacer es dejarlo recorrer cada espacio para que huela todo lo que tenga que oler. Luego de su exhaustivo análisis olfativo, podemos mostrarle sus espacios. Le marcaremos las zonas de juego y el designado para hacer sus necesidades. Hay personas que les colocan papeles de periódico. El perro sentirá su olor y sabrá que tiene que hacer ahí.
Prepara una zona de descanso. Sitúalo en un lugar de la casa pero sin aislarlo. Recuerda que tu nuevo compañero tiene que sentirse parte de la vida familiar.
Los primero días, déjale a disposición algunos juguetes. Estar rodeado de peluches seguramente le entretendrá en el caso de que se despierte en mitad de la noche. También es muy importante tener un espacio para comer y beber. Infórmate sobre su alimentación y horarios y, poco a poco, lo vas adaptando.
Los cachorros son curiosos, evita los accidentes y coloca fuera del alcance los productos de limpieza, los cables eléctricos, las plantas tóxicas y otros objetos que pueden llamar su atención, pero es mejor que no toque.
Otro aspecto a considerar es su salud, pregúntale a quien te lo regaló qué edad tiene, si tiene un control de vacunas. Si no tiene la información de su salud, llévalo a un veterinario. Así sabrás las vacunas que le hacen falta y te dará algunos consejos sobre su cuidado, educación y socialización. En caso de ser un adulto, al comienzo y sobre todo la primera noche, será un tanto inseguro y echará de menos su antiguo hogar. Por ello, para aumentar su grado de seguridad, habitúale desde el principio a su nuevo rincón. Para crear este espacio y prepararte a pasar una noche tranquila, puedes seguir muchos de los consejos que valen también para cachorros y recuerda que una cama cómoda, tranquilidad y paciencia por tu parte es lo que más necesitará.
Recuerda también que un perro adulto, puede venir con normas ya establecidas de su anterior hogar. No olvides que tienes siempre profesionales que podrán ayudarte si en algún momento no consigues adaptarlo al nuevo ambiente luego de varias semanas. Enséñale las buenas costumbres desde el principio y no esperes a que desarrolle malos hábitos para luego corregirlos. Sé coherente y paciente, es la manera mejor de empezar con buen pie la relación. Si no quieres que se suba a los muebles o a la cama, acostúmbralo desde el principio a dormir en su espacio y a respetar la zona prohibida. Enséñale a esperar antes de comer o de salir a pasear.
Utiliza premios para enseñarle y la educación se convertirá en un momento divertido que estrechará un lazo afectivo.
Todas las mascotas se merecen todo el amor y atención que puedas darle. Sal a pasear con él, enséñale trucos, y disfrútalo. Adáptate a su personalidad y recuerda siempre estar atento a su carácter.
El aprendizaje ha de ser continuado. En los primeros días en su nueva casa debes hacer un esfuerzo para buscar unos minutos al día y educarle. Recuerda que tú mandas y él o ella debe obedecer.
1. Todos son responsables
La familia completa debe mantener una misma línea de educación hacia el nuevo perro que llega a casa. Si desde el comienzo, por ser Navidad, le das permiso para subirse a los muebles o a las camas, el cachorro o perro ya mayor entenderá que así debe ser siempre. Así que establece con tu familia qué reglas le van a poner, todas acordadas.
2. No transmitas molestia
El nuevo perrito, aún siendo mayor, no habla tu idioma, solo entiende de gestos correctivos, por ello, en el proceso de educación trata de lucir firme, pero no molesto con su presencia. Aunque no entiendan tus palabras, los gestos y tu energía sí las percibe de manera clara. Por ello, aplica la paciencia y el premio afectivo (palmadas y abrazos).
3. Pon al perro en tu agenda
El perro que recién se incorpora a la vida familiar debe estar en tu dinámica diaria. Si lo acostumbras a salir a la calle para hacer sus necesidades, tienes que hacer el hábito. Recuerda también que al igual que tú y tus seres queridos, un perro requiere entretenimiento y diversión. Si son varios en tu casa, pueden alternarse los paseos entre todos.
4. Planifica las comidas
El perro que llega a casa debe tener agua y comida establecidas para que no se sienta hambriento y desasistido. Ten un espacio claramente definido para él y coloca allí el agua. Sobre la comida, expertos recomiendan establecer horarios puntuales para que se haga el hábito. La comida para perros servida en porciones pequeñas garantiza su frescura.
Tomado de El Universal