Seguramente lo habrás notado. Apenas truena un cohete, tu perro sale corriendo a esconderse, comienza a temblar y no hay forma de tranquilizarlo.
Dicen que para mitigar la ansiedad debes acostumbrar a tu mejor amigo a los ruidos fuertes, como truenos, cohetes, balazos, etcétera, hasta que se desensibilice y deje de asustarse. Probablemente, sea un método efectivo, pero nos parece un poco cruel, por ello hemos buscado otras alternativas.
¿Cómo protejo a mi mascota de los fuegos artificiales?
Puedes recurrir a las Flores de Bach o la acupuntura; sin embargo, en esta ocasión, queremos hablarte del método Tellington Ttouch. Fue creado hace cuatro décadas por Linda Tellington-Jones, especialista en comportamiento animal.
Esta técnica permite a las personas relacionarse con los animales de una manera más compasiva, pues recurre al tacto, movimientos y lenguaje para modificar el comportamiento y salud de los peludos.
Según este método, cuando un perro está asustado, determinadas zonas de su cuerpo se vuelven extremadamente sensibles. Tal es el caso de las patas, las orejas, los cuartos traseros, la zona lumbar y la cola.
Para reducir la tensión en estas zonas y ayudar a tu perro relajarse, sólo necesitas vendarlo. Y no, no se trata de que le cubras la cabeza con una venda para que no escuche el ruido de la pirotecnia.
En realidad, colocarás la venda en su cuerpo, formando una especie de ocho. Debes comenzar en la zona del pecho, cruzando por la espalda, hasta llegar a los cuartos traseros.
Sí sabemos que suena un poco complicado, pero no preocupes, te diremos paso a paso cómo debes colocar el vendaje.
Tips para su cuidado
- Retira a la mascota del lugar en el que suceda el evento mientras dure. Si esto no fuera posible, que esté en espacios amplios y seguros (sin objetos que puedan dañarla).
- Crea ruidos de fondo para enmascarar los estallidos. Esto puede ser a través de la música, televisión o mismo hablándoles al oído. También puedes colocarles tapones ya que esto ayuda a disminuir la percepción.
- Que lleve colocada una medalla de identificación a modo de prevención. Así, si llega a escaparse o extraviarse quién lo encuentre, podrá ubicarte.