La piometra es una enfermedad reproductiva muy común que afecta a perras y gatas. Consiste en la acumulación de pus en el útero del animal y puede producir dos cuadros clínicos: una infección de cuello abierto o una de cuello cerrado. La última es la más riesgoza porque la matriz de la mascota, al no liberar las secreciones, puede explotar y producir una peritonitis.
Señales infalibles
Según los especialistas, las perras tienen mayor predisposición a desarrollar piometra que las gatas. Estas patologías es común en canes a partir de los 7 años de edad y no tienen ninguna relación con que el animal haya parido o no. Así se desmitifica la creencia que asocia la reproducción de la especie con el padecimiento.
Aseguran muchos veterinarios que en el caso de piometra de cuello abierto los síntomas más frecuentes son las secreciones de pus y sangre a través de la vulva de la perra o gata. Si la enfermedad no se manifiesta de esta forma, se puede tratar de una de cuello cerrado y se diagnostica a través de signos como el decaimiento, la inapetencia, los vómitos, el exceso de consumo de agua y la periodicidad con que la hembra orine.
Conclusión segura
Si la perra presenta estos signos, el veterinario se acerca mucho al diagnóstico. Sin embargo, agrega que es posible confundir esta enfermedad con una cistitis. Una pregunta obligada que se debe hacer en consulta para descartar otras patologías es cuándo fue el último celo de la mascota. Los doctores toman en cuenta este dato, porque hay una relación directa entre esto y la aparición de la piometra.
No obstante, hay estudios para determinar con certeza qué enfermedad está afectando a la perra o gata. De acuerdo con los especialistas los veterinarios pueden palpar y verificar si el útero está ocupado. Otros métodos son las radiografías y los ecos, así la imagenología da una conclusión más segura.
Cuando el útero está infectado se ven circulitos negros. Los exámenes de sangre sirven de indicadores si los glóbulos blancos aparecen en niveles muy elevados.
Salud de vuelta
Hay dos tratamientos para combatir la piometra. El más efectivo es la ovariohisterectomía, una cirugía que es riesgosa por la condición del paciente. Otra opción para curar la patología es un tratamiento con antibióticos y duchas vaginales, sin embargo, es muy poco eficaz y que existen muchas probabilidades de que el animal recaiga en un futuro.
Es por ello que se aconseja la esterilización de las hembras como método preventivo de la piometra. Si se hace esta cirugía antes del primer celo de la perra o gata, se reduce en 90% la posibilidad de que sufran cáncer de mama y se lleva a cero la probabilidad de que aparezca la infección en el útero.
La Cirugía
La ovariohisterectomía conocida como OVH, es un procedimiento quirúrgico que consiste en retirar del organismo los ovarios y el útero. Esta operación es una de las cirugías más frecuentes en la práctica diaria de la medicina veterinaria y se realiza como tratamiento de enfermedades como la piometra o tumores en el aparato reproductor femenino.
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