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Cuidados de una tortuga doméstica +Infografía

La tortuga doméstica es una alternativa al pez como primer animalito en serio que regalarles a los hijos, pero también requiere cierta atención y cuidado constante.

En las tiendas de animales, aparte de poder adquirir el consabido perro, gato, canario, lorito o peces de acuario, hay otro tipo de animalito que suele comprarse con cierta frecuencia para los hijos. Me estoy refiriendo a la tortuga de florida. En España no hay ningún tipo de restricción en cuanto a su comercialización, y suele ser el primer tipo de animal que se les compra a los niños por su sencillez en los cuidados y la alimentación. Eso sí, son unos chiquitos que, si no se les presta la atención debida, se nos mueren facilidad o como mal menor ponerse enfermos.

Yo tuve en mi juventud muchas de ellas. Y de entre todas, tuve una longeva que vivió casi veinte años. Las demás vivían entre pocos meses o como mucho de dos a cinco años.

Son seres más complejos de lo que en principio parece.

Por eso aconsejo a los padres y a los hijos que no se preocupen si se les muere la tortuguita.

Por desgracia esto sucede con más frecuencia de la deseada.

Voy a comentarles algunos cuidados que yo mismo aplicaba y que facilitaban la correcta higiene, alimentación y por tanto, mayor calidad de vida que podía alargarles la expectativa de vida en el hogar.

En primer lugar hemos de saber que esta especie se adapta al tamaño de espacio de la tortuguera. Si es pequeña, tendrá casi siempre su tamaño original, pero si lo situamos en un acuario o en un barreño, es cuando adquiere unas medidas ya ciertamente grandes, del tamaño de la palma abierta.

Elegido su tortuguera, deberemos tenerla cerca de una ventana donde al mediodía pueda darle algo de sol. Las tortugas son como las plantas, y precisan del sol para fortalecer su caparazón.

El agua ha de ser renovada todos los días. También en cuanto la veamos turbia, porque suelen patalear y desperdigar sus propios excrementos, y al contacto con los ojos es cuando cogen la enfermedad que les hace de formar una telilla en ellos y se quedan ciegos con los párpados hinchados. Al vaciar el agua, aconsejo lavar la tortuguera o acuario a conciencia antes de llenarla de nuevo.

La comida que les encanta son los frascos de marisco deshidratado que se venden en los propios establecimientos. Aunque yo también les he añadido a veces algo de merluza medio hecha. Les encanta y te lo cogen de los dedos. Eso si, después de comer si vemos de nuevo el agua sucia, hay que cambiarla. Repito. Cuidar de una tortuguita requiere más cuidados de los pensados en un principio.

Una vez a la semana, cuando tenga el caparazón duro, también les recomiendo limpiarlo pasando un cepillo de dientes por su concha y su barriga. Si no con el tiempo se va quedando sucia y huele. Y siempre que estemos en contacto con estos animales y sus tortugueras, después hemos de lavarnos las manos a conciencia.

Igualmente, cuando van creciendo, se les va cayendo las placas del caparazón. A veces no pueden quitárselas y les pica. Por eso les veréis chapoteando a veces como si estuvieran algo locas. No hay que preocuparse por ello.

Para prevenir el reblandecimiento de su caparazón y la enfermedad de los ojos tenéis medicamentos en las tiendas de animales. Suelen ser de procedencia alemana. Se ve que en ese país es un animal de compañía muy vendido.

Por último, por si acaso tenéis más de una tortuga y no conocéis el sexo de cada cual, pues es bastante difícil de poder distinguir, si veis que un ejemplar esta frente al morro del otro, con las patas delanteras como intentando abanicarle la cara, este es una tortuga macho y la que recibe su galantería la hembra.

Espero que con este breve artículo haya conseguido sacarles de alguna duda que tuvieran con esta especie animal.

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