Roedores

Recomendaciones para el cuidado de hamsters

No toleran la sal, las especias ni las grasas. Los dulces les encantas, pero generalmente resultan dañinos para su salud.

No los bañe es suficiente con que limpie regularmente el recinto donde habitan, para que no contraigan ningún tipo de enfermedad.

Ofrézcales siempre alimentos frescos, limpios y balanceados como verduras y frutas para que se mantengan sanos.

Asegúrese de que no les falte nunca el agua.

Si compra las mezclas de semillas que ofrecen los comercios, preste atención a la fecha de vencimiento, ya que si son demasiado viejas habrá perdido sus nutrientes.

Introduzca una piedra mineral o salina dentro de la jaula del hamster, para que la lama cuando su organismo reclame sustancias minerales.

En caso de que no la utilicen, coloque una vez por semana varias gotas de complejo vitamínico dentro del bebedero.

Las frituras y chocolates son nocivos para estos animales, al igual que los excesos de verduras verdes ya que pueden presentar diarrea.

Consulte al veterinario cualquier duda que tenga respecto a este tipo de mascota, a fin de cuidarlos bien.

El hamster no para nunca de roer, pues, se la pasa la mayor parte del tiempo mordisqueando lo que encuentra, para lograr el desgaste de sus dientes en vista de que estos le crecen continuamente.

Les asusta la libertad, y es por ello que se sienten más felices jugando dentro de su jaula, que fuera de ella, porque así se sienten protegidos.

No son aburridos, sino muy ágiles y activos. No se están quietos ni un solo instante y de allí la conveniencia de tener en su jaula una zona de juegos para que se ejerciten.

No es aconsejable que la hembra y el macho vivan juntos, a excepción de las épocas de reproducción, ya que éstas pueden ser bastante agresivas con su pareja e incluso con sus propias crías.

Su tiempo de vida fluctúa de 2 a 3 años, aproximadamente, dependiendo de los cuidados que se le brinden al animal, ya que son muy frágiles.

Tienen hábitos nocturnos, por lo que duermen durante el día y despiertan en la tarde cuando el sol comienza a ocultarse.

El mejor momento para darles comida es por la tarde o al anochecer. No toleran la sal, las especias ni las grasas. Los dulces les encantas, pero generalmente resultan dañinos para su salud.

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Lili María Lapenna

Amante y protectora de los animales.

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