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Cuidados básicos para un gato adulto 

Un gato adulto requiere pocos mantenimientos.
Cepillado: Es indispensable en gatos de pelo largo o semilargo, también es necesario para los gatos de pelo corto aunque sus sesiones sean más espaciadas.
Juego: Es importante incentivar sus ganas de jugar, es bueno para nosotros también que cada tanto liberemos tensiones jugando con el gato porque nos hace reír, a nuestro felino le hace gastar energías, moverse, fortalecer sus músculos, etc… Así que conseguir una bolita, unos cordones de zapato, no cuestan tanto, nos alegraran el día a nosotros y a nuestro felino también.
Soledad: Si bien pueden permanecer solos durante grandes cantidades de horas, no debemos abusar de esta ventaja, si estaremos la mayor parte del tiempo afuera, es bueno analizar el traer otro gato a casa para acompañarlo. Un gato que se la pasa solo en una casa o departamento dormirá la mayor parte del día, comerá y no quemara calorías, engordara, se pondrá obeso, esto ocasiona serios problemas de salud.
Paseos: Un gato que vive en una casa con jardín o patio, tendrá la posibilidad de realizar paseos cotidianos que pueden ser riesgosos para él. Perros, autos, gente mala, agua o comida contaminada son algunos de los peligros, también puede contagiarse enfermedades por contacto con otros gatos o por objetos contaminados. Es mejor que pase el mayor tiempo posible dentro del hogar, una de las formas para disminuir sus ansias de aventura es la esterilización.
Peleas callejeras: dentro de sus paseos, es muy común que sea parte de numerosas peleas callejeras con otros gatos, sobre todo si es macho, sin castrar y de noche. Esto puede generar más de una visita al veterinario en pocos días. En estas peleas es común que salgan con heridas, sean mínimas o no, están presentes y el problema comienza si se infectan, se forman abscesos (como unos bultos), alergias, aparte de la posibilidad de que contraiga enfermedades como Leucemia Felina, Panleucopenia, Sida felino entre otros.
Vacunas: Muy necesarias si nuestro gato tiene acceso al exterior donde puede toparse con gatos enfermos, en muchos países es obligatoria, sobretodo la vacuna antirrábica.
Higiene: Cuando hablamos de limpieza, no nos referimos solamente al cambio de las piedritas en la caja de arena del gato, o de bañar al minino, sino de la higiene de los platos, cama, cepillo y juguetes.
Plato de comida: Es importante que sea lavado aunque sea dos veces al mes, o rociar alcohol etílico varias veces por semana, una vez que nuestro gato haya terminado de comer y echarle agua hirviendo dos veces al mes. Esto es para evitar la formación de bacterias y hongos que podrían afectar su salud.
Plato de agua: Es importante que siempre sea nueva y fresca, no podemos que el agua sea como agua “estancada”, donde no solo puede caer basura, bichos sino también tener bacterias y hongos en el fondo del recipiente. Si nos cuesta cambiar el agua todos los días, hagamos un esfuerzo de renovarlo cada dos días o tres como máximo. Debemos limpiar el plato una vez a la semana y echarle agua hirviendo aunque sea dos veces al mes.
Cepillo: A veces nos olvidamos que también necesita ser lavado, hervir agua y luego echar un poco de desinfectante para después sumergir el cepillo será suficiente. Es conveniente que cada gato tenga su propio cepillo, así si alguno tuviera una infección en la piel no contagiara a los demás. Si no podemos adquirir más de un cepillo, es necesario que antes de utilizarlo sobre otro gato se lo rocíe con alcohol etílico y cada tanto sumergirlo en agua hirviendo como fue mencionado anteriormente.
Cama: Lo mejor es tener más de una manta para el gatito, tres o más sería lo ideal, así podremos cambiarlas con frecuencia y a la hora de lavarlas no deberemos preocuparnos por hacerlo rápido ni por su secado, tendremos otras mantas de repuesto. Si puedes, cámbialas una vez cada 7 o 10 días. Si usas esas camas “moisés”, que tienen la tela pegada y no puedes sacársela, con un rociador que tenga alcohol etílico, humedecerás todo, puedes ayudarte con trapito, no olvides las esquinas y la parte de abajo donde se apoya contra el piso.

Es bueno prepararle puré de zapallo cada tanto por la vitamina A. Si nuestro gato come frutas tales como melón, ananá, podemos darle algunas veces. Puré de papas o batatas, tomates (sin semilla!), choclos, etc…
Evitaremos los fritos, usar en exceso aceites, mantecas o margarinas.
Los lácteos como el queso están permitidos pero no debemos pasarnos con la leche porque produce diarreas y en algunos gatos dolores de estómago. Los huevos, el arroz, la polenta, también son platos a no olvidar.
Un día podemos darle, arroz con pollo y puré de zapallo, otro día carne picada cocida con hígado, al siguiente daditos de queso con polenta, luego un poco de pate, etc… es cuestión de imaginación y creatividad.
No debemos olvidar consultar al veterinario por algunas recetas que nos pueda aconsejar y realizarle un chequeo cada tanto por si necesita algún suplemento vitamínico.

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