En el aparentemente calmado ambiente al calor de su mamá y al retozar y dormir con sus hermanos y hermanas, un cachorro absorbe una gran cantidad de información crucial que afectará toda su vida.
Esa es la manera natural de aprender. Si logramos absorber las claves de este tipo de comunicación, podremos continuar con la labor de mamá, cuando los cachorros sean destetados y lleguen finalmente a nuestras familias.
Hace mucho tiempo que los humanos perdimos contacto con esta parte “animal” de ser, es por eso que muchos métodos de educación para las mascotas se centran en gritarles, jalarles y castigarles severamente. ¿Acaso las perras hacen esto a sus cachorros para hacerlos convivir y comprender? No. Mamá lo hace con cuidado.
La vida del cachorro depende directamente de su mamá, ella lo lame en la barriga para que su sistema digestivo funcione, lo asea de la colita para que pueda ir al baño, limpia el nido para que todos estén cómodos, alimentados y calientitos durante dos meses. Es el ambiente ideal, ningún perrito debe privarse de él.
La receta secreta
¿No te gustaría conocer el recetario de mamá para comunicarte a ese nivel y seguir con su obra? Aprendamos de ellas con serenidad y contundencia.
Las perritas son seguras y economizan energía para enseñar a sus cachorros a comportarse. Normalmente las camadas son numerosas y no hay tiempo para repetir las cosas varias veces. Si observamos ella nunca pierde la paciencia, no se frustra y, ante todo, no se rinde. Tampoco hace ningún daño durante este proceso, no utiliza fuerza excesiva sobre sus hijos. Los cachorros aprenden qué está bien y qué está mal mediante el equilibrio de las cosas que mamá toma en cuenta y las que ella, simplemente, deja pasar.
El tiempo de acción
Los perritos de una camada son todo sentidos. El tacto es uno de los que más se desarrolla durante las primeras etapas. Se habla mucho del olfato, el oído y su pobre vista primaria, pero cuando hablamos de tacto algunos entrenadores no lo toman en cuenta como algo crucial en la vida de un cachorro.
Volvamos a los consejos de mamá. Cuando una perrita quiere corregir o comunicar algo, lo hace inmediatamente luego de la acción mediante el tacto. Un narizazo, una pata sobre el cuello, cabeza o en el lomo, una suave mordida en la oreja o en una pata a tiempo es lo que el cachorro necesita para interrumpir o seguir con su actitud presente. Esto, en términos de entrenamiento, se conoce como timing y es la clave de cómo aprenden los perros.
Mamá corrige aquí y ahora
Obviamente no vamos a morder a nuestros perritos…no copiaremos a su mamá exactamente para seguir con su formación, el caso es entender las claves, pues el pelo en la boca, no es muy agradable.
Sustituir a mamá
En la medida de lo posible, luego del destete, debemos aprender a manejar nuestra voz y nuestro cuerpo para que el cachorro reciba el mismo tono de estímulos que le son ya conocidos de su primer círculo social. Nuestra voz, con su gama de tonalidades, volúmenes e intenciones es un arma genial. Nuestro cuerpo, con todas sus posibilidades, hace que estemos capacitados físicamente para hacer este trabajo.
Al ser ahora la mamá de tu cachorro te darás cuenta también de que este animalito tiene vida propia, que a veces tratará de hacerse el sordo. Pero una vez construido el vínculo afectivo, debemos copia esa ecuanimidad y firmeza que las perritas ejercen durante su rol de maestras y guías. En el contacto social de un cachorro con sus hermanos los perritos aprenden a medir sus fuerzas, a convivir con otros como ellos, ejercer libertad y aceptar. Esta dinámica los llena de curiosidad, de hambre por seguir aprendiendo de una manera lúdica, es decir, mediante el juego. Un cachorro tiene muchas ganas de explorar, todo el tiempo, experimenta, observa y expande su mundo conocido, y también se premia a sí mismo. Por eso es muy importante jugar con ellos. Así cerramos el círculo de afecto y control que tuvo en su primera infancia.
Mantén la curiosidad en el líder
Los cachorros se mantienen siempre con los ojos clavados en qué hace o deja de hacer su mamá. Ellos quieren ser como ella, al tiempo que les es ofrecido constantemente un premio físico, seguridad y las claves para la supervivencia.
Ella es la fuente también del alimento, por eso los perros se sienten tan extremadamente motivados cuando les educamos con premios que sean comestibles, pues es un terreno conocido y, de alguna forma, un llamado a su infancia. Nunca dejes de regalarles una galleta.
Castigos
Mamá no corrige a sus cachorros por las mismas razones que nosotros lo hacemos. Las perritas corrigen con base en el nivel de la actividad indeseable que ejerce el cachorro, nosotros debemos reaccionar por la acción, independientemente de la intensidad de la misma. En ningún caso el perro o el humano golpean al cachorro con objetos.
Tenemos la capacidad y la necesidad de pensar antes de actuar. Si sientes que estás perdiendo la paciencia con tu nuevo cachorro, respira y observa de nuevo cómo mamá, con paciencia, disciplina y cariño, dirige a sus pequeños dentro de una educación naturalmente ordenada. Aprendamos de ella.
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