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Adiós mamá: Separar a los cachorros de la madre

La pregunta más común que hacen las personas cuando deciden aparear a su perra es ¿cuándo se debe separar a los cachorros de su madre? La respuesta más común es: se debe hacer después del destete. Esto es cierto, pero debo señalar que el término “destete” es una mala traducción de weaning, que significa, “acostumbrar a algo diferente”. Entonces el término que se debería aplicar es “destete parcial”, así se entiende que destetar no es el simple acto de cambiar de alimentación, sino un proceso que se debe llevar de manera paulatina y dejar que fluya y culmine de manera natural.

Los mamíferos compartimos ciertas características biológicas, entre ellas el instinto maternal, es esto lo que nos hace vincularos profundamente, hacer simbiosis con nuestras crías. No se debe descartar que dentro del vientre, un cachorro tiene contacto con las emociones y sensaciones de la madre, entonces podría de manera sensorial aprender algo sobre el entorno y sobre cómo se siente su madre en este mismo. María Montessori empleaba el término “la mente absorbente” para descubrir la capacidad única en cada niño de tomar su ambiente y aprender cómo adaptarse a él, cómo vincularse con él, creo que esto ocurre en los cachorros también. Las madres (mamíferas) tienen como propósito biológico dar vida, guiar, nutrir, dar herramientas de supervivencia, proteger para conseguir que su cría obtenga independencia, autonomía e iniciativa, capacidad de elegir para poder seguir, aunque no siempre se logra: la selección natural. En cautiverio todo puede cambiar.

Rogan y LeDoux (1996) sugieren que el miedo es el producto de un sistema neural que evolucionó para detectar el peligro y que hace que el animal genere una respuesta que lo proteja. En cautiverio el miedo puede ocasionar inoportunas situaciones: mordidas hacia humanos, huidas por no saber cómo lidiar con la situación que se le presenta, etcétera.

Entonces para que haya simbiosis entre la madre y sus cachorros, dejemos que les enseñe todo lo referente a ser perro. Los cachorros deberían tener la oportunidad de destetarse parcialmente y finalizar cuando la perra crea conveniente. En el estado libre, seguirá amamantando a sus cachorros por meses, aunque los alimente de otras fuentes, esto dependerá de varios factores.

¿Qué pasa con las perras en cautiverio? Este proceso es implementado para preparar a los cachorros para irse a su nueva casa, entonces se les da papilla y se va disminuyendo la leche materna a muy temprana edad, esto para acostumbrarlos a un alimento más sólido, ya que en su mayoría comerán croquetas. Las perras en cautiverio no pueden decidir por ellas mismas, simplemente tienen que acoplarse según el pensamiento y preparación del humano que las atiende.

Cabe resaltar que los intereses humanos son variados, algunos tienen que ver con la empatía hacia la perra, no les gusta ver que los cachorros la lastimen, en el caso de un hogar improvisado como un criadero, por lo regular no quieren lidiar con el gran trabajo que implica mantener (dinero y esfuerzo) a varios cachorros que destrozan, ensucian, ladran y muerden todo, para un criador establecido o tienda de mascotas implica más gastos, tiempo, riesgo de muerte sino salen de ahí lo antes posible, pierden su inversión. Se cree que cuando ya haya sociabilizado lo suficiente con la madre estará listo para irse al mundo de los humanos, ya que tendrá su identidad de perro bien definida. En realidad se trata de proceso que es mucho más complejo. La separación hecha con simples intereses humanos atenta contra estos seres vivos, esta ruptura puede causar desestabilización y romper vínculos.

Un cachorro nace con su olfato funcionando, sordo y ciego hasta aproximadamente los 7 o 14 días, cuando abre los ojos y escucha, es el momento en que empieza el “período sensible”, la etapa donde el cachorro está más abierto al aprendizaje, cuenta con capacidades para apropiarse de ciertas habilidades. En este período el cachorro conoce quién es su madre, otros congéneres (en el caso de perros domésticos conocerán humanos u otros animales como aves de corral, caballos, etcétera), por medio de la vista y podrá identificarlos como individuos de manera que sus sentidos se agudizan, ya sabe en quién confiar, es cuando comienza su aprendizaje sobre humanos, no cuando termina. Sabrá cómo es físicamente, se comporta y se comunica su mamá, aprende el lenguaje y a comunicarse con su especie, y de manera paralela con las otras que lo rodean (adaptándose), no necesariamente me refiero a que aprende el lenguaje del humano o el de un cerdo para comunicarse.  Cuidado: generalmente los animales criados en aislamiento se tornan más susceptibles a los estímulos sensoriales, porque su sistema nervioso procura readaptarse a la carencia previa de estimulación.

¿Has pensado en un cachorro cuya madre haya muerto, desaparecido, no lo quiso amamantar, donde el humano intervino y lo alimentó de manera artificial con biberón? ¿Qué pasa con un perro que es criado así? ¿Aprende a ser perro? Pues no, esto puede explicar por qué muchos cachorros prefieren estar con humanos o gatos, cerdos, borregos, entre otros que con su propia especie. El no saber comunicarse con ellos los hace agresivos-defensivos, también podemos deducir que un cachorro puede adquirir comportamientos “no aptos” para la convivencia con el humano citadino, que tiene sus propias expectativas de cómo debe comportarse el cachorro, aunque puede hacerlo proporcionándole un ambiente preparado, situaciones que se hayan organizado cuidadosamente para el cachorro o perro adulto para ayudar aprender, rehabilitarse. Con esto el cachorro o adulto desenvolverá las partes sociales, emocionales o intelectuales para llevar una vida más placentera, más clara.

Debemos pensar de manera más abierta ¿Cuál es el proceso por el que pasa un cachorro antes de separarse de su madre? Debemos valorar para cada individuo lo que le favorecerá para estar listo.

El período sensible variará según el individuo, raza, ya que cada perro cuenta con cierta carga genética que le facilita o dificulta la adaptación al entorno, su carácter es el que se está construyendo durante esta y las etapas siguientes. La mayoría de los cachorros llegarán a su nuevo hogar después de casi culminar esta etapa, es importante saber si el criador dejó que el cachorro conviviera con su madre, hermanos y otros perros, como también con algunos humanos.

El período de miedo marca el fin del período sensible (el cachorro es más consciente de su entorno y ya aprendió de su “madre” cualquiera que haya sido cómo reaccionar). Recuerda prepararle el tipo de experiencias que le servirán y no sobreprotegerlo. Hay que tener en mente que cada perro es un individuo, algunos genéticamente con más herramientas para lidiar con el mundo exterior, pero todos necesitan ser expuestos. Después llega al período juvenil, hasta llegar a la pubertad al año de edad.

Para finalizar, sea cual sea la edad a la que quieras separar al cachorro de su madre debes analizar qué es lo mejor para el cachorro considerando cómo funciona en su especie; segundo, su raza (para qué fue creado, su función en el mundo del hombre) y tercero, recuerda que cada perro es un individuo, no todos son iguales. Considera si su madre tiene el entorno, temperamento y carácter para criarlo lo mejor posible como perro, considera si tú tienes el conocimiento, paciencia y tiempo para enseñarle el mundo de los humanos para que su vida sea más llevadera y su desarrollo emocional y social sea equilibrado, ya que la principal tarea que a los perros domésticos (en cautiverio) se les ha asignado es trabajar, servir, compartir su vida con nosotros.

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